Sobre novela Barbarita

 Reflexiones sobre novela Barbarita

El Chiny Surfer es un local de Salinas Ecuador que lleva de enamorado con Johanna más de cinco años y nunca llegan a nada, que no sea el hastío de ella que ya lo quiere devolver por simplón y medio vividor, sin que le interese la seriedad de la vida ni sus serios compromisos.

La madre de Johanna en contra parte vé, puede ver en el Chinito un gigantesco y muy buen partido para sus tres hijas incluso, metiendo a la menor a Barbarita como quien no quiere la cosa dentro de las relaciones de cama entre Johanna y su enamorado.

Lo que Barbarita considera como una aventura secreta de infidelidad y traición a su hermana es en realidad el secreto proyecto de su madre de dejar al Chiny dentro de la familia ya que todo el mundo puede ver que por parte de Johanna la relación se está yendo a pique sin que ni al propio simplón del Chiny le importe un jodido pepino.

Si fuera por la madre de Johanna y Barbarita el Chiny se convertiría en el nuevo pater familia de su clan salinero y tal vez hasta en el miembro más fuerte de su propia alcoba y las tres hermanas ven con cierto desconcierto y sorpresa la resistencia de la madre porque Johanna deje por otro hombre mucho más serio y económicamente fuerte al Chiny Surfer que más bien pinta para todas las hermanas como un good for nothing sin blanca en los bolsillos, es decir, un aniñado siempre chiro.

Pero es el propio Chiny Surfer el que termina boicoteando los proyectos amatorios familiares de la madre de Johanna y Barbarita ya que en unas vacaciones a San Juan de Curía, el Chiny Surfer vuelve a calentarle las sábanas a una vieja local amante suyo y proletaria de la cafetería LISTO!

Johanna abandona al Chiny por un hombre más serio y Barbarita encuentra abiertas todas las posibilidades para explorar el sexo con el Chiny hasta cuando las traiciones sobre traiciones del Chiny lo llevan no poder volver a su Barbarita menor de edad de diecisiete años por decisión paterna con incluso amenaza de muerte,